Al caminar por las calles de Bogotá, seguro que el aroma de la comida típica bogotana te ha cautivado, invitándote a probar sabores que cuentan historias de tradición y cultura. La gastronomía de la ciudad es un reflejo de su historia, fusionando influencias indígenas, españolas y africanas en platos que han trascendido generaciones.
Cada plato tiene su propio relato, desde el ajiaco, un almuerzo típico de la capital, hasta la changua, que se disfruta tradicionalmente en las mañanas frías.
A continuación te recomendamos 5 platos de la comida típica bogotana que debes de probar.
Breve Historia de la Comida típica Bogotana
La gastronomía en Bogotá demuestra la historia y la variedad de la ciudad. Desde tiempos antiguos, las comunidades indígenas que habitaron cultivaban productos como el maíz, la papa y otros vegetales que formaban la base de su alimentación. Estos ingredientes, que han perdurado hasta hoy, son el corazón de muchos de los platos tradicionales bogotanos.
A lo largo del tiempo, la gastronomía de Bogotá y su comida típica ha ido adaptándose, incorporando ingredientes de diferentes regiones del país y técnicas culinarias modernas. Sin embargo, los platos tradicionales siguen siendo una parte esencial de la identidad de la ciudad, preservando el legado cultural y ofreciendo a los visitantes oportunidad de conectarse con la historia de Bogotá a través de su comida.
Ajiaco Santafereño

El ajiaco santafereño es, sin duda, uno de los platos más reconocidos de la comida típica bogotana. Esta sopa es ideal para el clima frío de la ciudad. Su preparación se basa en tres tipos de papa: sabanera, pastusa y criolla, que aportan distintos sabores al plato. Se complementa con pollo desmenuzado, mazorca y algunas verduras. El ajiaco se sirve con crema de leche, arroz y aguacate, lo que lo convierte en una experiencia gastronómica completa y equilibrada.
El origen del ajiaco se remonta a los muiscas, quienes preparaban una sopa con papa y maíz, ingredientes básicos en sus comidas. Con la llegada de los españoles, se añadieron otros elementos como el pollo, las papas y la crema de leche, enriqueciendo el plato. A lo largo de los siglos, el ajiaco se ha convertido en un símbolo culinario de Bogotá y es una representación de la mezcla de tradiciones indígenas y coloniales.
Tamal Santafereño, un infaltable de la comida típica bogotana
El tamal bogotano es una preparación a base de masa de maíz rellena con una variedad de ingredientes que le dan un sabor único. Entre sus componentes principales se encuentran carnes como cerdo y pollo, acompañados de papa, zanahoria, huevo y arvejas. Todo esto se envuelve cuidadosamente en hojas de plátano, lo que le da un sabor característico al ser cocinado al vapor. Este tamal se distingue por ser un plato de comida típica bogotana en los desayunos, especialmente cuando se acompaña de una taza de chocolate caliente.
El tamal tiene sus raíces en las civilizaciones prehispánicas, donde se preparaba como un alimento para llevar durante largos viajes o jornadas de trabajo. La palabra “tamal” proviene del náhuatl “tamalli”, que significa “envuelto”. Con la llegada de los españoles a América, este plato se difundió y adaptó en distintas regiones, incluyendo Colombia. En Bogotá, el tamal ha evolucionado incorporando nuevos ingredientes y técnicas de cocina propias, convirtiéndose en un símbolo de la gastronomía capitalina. Es común disfrutarlo durante las celebraciones o fines de semana.
Changua, la insignia de la comida típica bogotana

La changua es un plato tradicional de Bogotá, ideal para disfrutar en el desayuno. Se prepara con una mezcla de leche y agua, a la que se le agrega cebolla larga picada y cilantro fresco. Su característica más especial es al añadirle huevos, que se introducen directamente al caldo caliente. Además, se acompaña con trozos de pan conocidos como calados, que se sumergen en la sopa.
Este plato es muy apreciado por su sencillez y por ser un reflejo de la comida típica bogotana
La changua tiene sus raíces en la región cundiboyacense, donde ha sido parte de su comida cotidiana durante generaciones. Su origen se atribuye a la necesidad de preparar comidas que no lleven mucho tiempo y que también sean calientes para enfrentar las bajas temperaturas de la zona. La combinación de ingredientes básicos como leche, agua, huevos y pan refleja la simplicidad de la cocina campesina. Con el tiempo, la changua se ha consolidado como un símbolo de la gastronomía bogotana, presente en hogares y restaurantes que ofrecer una comida típica de la cocina Bogotana.
Caldo de costilla
El caldo de costilla es un plato ideal para las mañanas frías de Bogotá. Se prepara con costillas de res, papas, zanahorias y cebollas, sazonadas con cilantro y ajo. Este plato es conocido por su capacidad para “levantar muertos”, es decir, revitalizar y energizar a quien lo consume. Es común acompañarlo con arroz, arepas y con un toque de limón y ají para realzar su sabor.
El caldo de costilla durante la construcción de puentes y vías férreas. Los ingenieros y trabajadores ingleses que supervisaban estas obras introdujeron este plato en la dieta de los obreros, ya que proporcionaba la energía necesaria para las arduas jornadas laborales. Con el tiempo, el caldo de costilla se integró en la gastronomía colombiana, especialmente en Bogotá, donde se convirtió en una comida típica bogotana.
Arepa Santafereña
Las arepas santafereñas son una variación de las tradicionales arepas colombianas, especialmente preparadas en Bogotá. Estas arepas se elaboran con masa de maíz 100% natural, lo que les otorga una forma suave y un sabor auténtico. Se pueden disfrutar solas o rellenas con una variedad de ingredientes como queso, carne, vegetales o cualquier combinación que se adapte a tus gustos. Son perfectas para el desayuno, el almuerzo o la cena.
La tradición de las arepas en Colombia se remonta a tiempos precolombinos, siendo un alimento básico en la dieta de las comunidades indígenas. Con la llegada de los colonizadores españoles, la preparación y consumo de las arepas se diversificó, incorporando diferentes ingredientes y técnicas culinarias. En Bogotá, las arepas santafereñas han evolucionado, adaptándose a los gustos locales y convirtiéndose en un símbolo de la comida típica bogotana.